Bogotá 1 de octubre de 2020. Las personas mayores son asociadas a las canas y a las grietas de la piel que les genera el envejecimiento. Redefinir el umbral a partir del que se considera a una persona “mayor”, se convierte en necesidad porque la barrera cronológica de los 65 años ya no se corresponde con la imagen real para catalogarla como tal.

De acuerdo con el último censo, la población mayor de 60 años en Bogotá es de 1´058.209 personas lo que equivale al 70% de la población total.  El 58% son mujeres, porcentaje que se incrementa con el paso del tiempo, básicamente porque los hombres tienen una menor esperanza de vida y mayor tasa de mortalidad.  Hoy, por cada adulto mayor hay dos jóvenes.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 2020, el número de personas de 60 años o más, superará a los niños menores de 5 años en el mundo. Durante las próximas tres décadas, se prevé que el número de personas mayores se duplique, llegando a más de 1.500 millones en 2050, y el 80% de ellas vivirá en países de ingresos bajos y medianos.

El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución 45/106, designó el 1 de octubre Día Internacional de las Personas de Edad, personas mayores, y este año,  en su 30 aniversario existe una preocupación por la salud, los derechos y el bienestar.

2020 se convirtió en un año en el que se plantea un SOS por la aparición de la COVID-19 y se hace un llamado para plantear políticas e intervenciones dirigidas a tomar conciencia sobre las necesidades especiales de esta población, Por lo anterior, se promoverá el Decenio por el Envejecimiento Saludable (2020-2030) y reúne expertos para direccionar los objetivos mundiales que apuntan a proponer un plan de acción sobre el envejecimiento y la salud.

El Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC), desde la Subdirección de Fortalecimiento, destaca a las personas mayores que con su sabiduría y perseverancia contribuyen a la construcción de ciudad, que luchan por sus derechos, el de sus cuidadores y cuidadoras, por ser incluidos en la comunicación digital y por continuar con el conocimiento para seguir siendo parte de la población que transforme a nuestra ciudad con sus canas de sabiduría y sabedores de participación.