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Barras futboleras se juegan un “Clásico por la Vida” con la solidaridad como insignia

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Barras futboleras se juegan un “Clásico por la Vida” con la solidaridad como insignia

Bogotá, 30 de abril de 2020. En medio de la pandemia que afecta a la población más vulnerable de la ciudad, la hinchada de millonarios, los famosos Comandos Azules, se unen como si fueran a alentar a su equipo en uno de los clásicos capitalinos, pero no para gritar los goles, ni celebrar los triunfos, esta vez lo hacen por solidaridad.

Los estadios cerraron sus puertas en medio de una crisis que afecta al mundo entero. Los partidos de fútbol se cancelaron. Los encuentros en torno al deporte bandera de los colombianos se aplazaron hasta nuevo aviso. El fútbol hizo una pausa, pero sus hinchas se niegan a dejar de lado la pasión que los une por su equipo y por su gente.

Una solidaridad que no distingue color, que trasciende de los lugares cotidianos de encuentro y traspasa los muros del estadio para repartir ayudas en los barrios populares de Bogotá.

Lo que nació como una iniciativa para ganarle el partido al hambre y a la escasez representada en una bandera roja colgada en las ventanas en tiempos de pandemia, se convirtió en el ejercicio de apoyo más importante que cualquier encuentro deportivo, “nos estamos jugando un Clásico por la Vida, no solo contra el coronavirus sino también contra el hambre” así lo expresó John Solano, líder de los comandos azules. 

Un clásico que se juega por fechas y que, como los reflectores del El Campín, llena de luz y esperanza a cientos de familias necesitadas de una ayuda básica para sobrellevar la contingencia.

La primera fecha se jugó para dar de alimento a las personas en situación de habitabilidad en calle, bajo el lema “Ayuda al que no tiene casa”, los hinchas lograron llevar 600 platos de comida por toda la ciudad; también les hicieron frente a las banderas rojas, esas que desde las ventanas de las casas apelan a la solidaridad, porque como dice John: “La idea es ganar la batalla, cuidándonos entre todos”.

En la segunda fecha le apostaron a ayudar a los que no tienen voz: los animales sin hogar que, por la falta de empatía, también sufren las consecuencias de la crisis sanitaria.

La tercera fecha rompe todos los esquemas, una “Mercatón millonaria”, la que gracias a la solidaridad y autogestión se recogieron más de 4 toneladas de comida en Abastos, para una entrega masiva en Soacha de 4.000 platos de comida y 1.100 kg de mercados.

Una ola de solidaridad cada vez más grande porque en una noche lograron reunir en la central de Abastos cerca de 13 toneladas de comida, para seguir haciéndole “el quite” a la falta de alimentos que llena de incertidumbre los hogares menos favorecidos en la ciudad.

Para unirse a este “Clásico por la Vida” la ciudadanía puede hacer su aporte a través de la plataforma de crowfunding https://vaki.co/, o en de la línea telefónica 314 2157965.

No hubo marcador, pero sí ciudadanos que ahora exaltan a las barras bravas cuyo corazón es de puertas abiertas y su bondad demostró que el fútbol es la pasión y el canal hacia la solidaridad.

El Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal –IDPAC, destaca las iniciativas que generan tejido social en pro del cuidado mutuo.

 

#FútbolEnPaz

 

 

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