El pasado viernes no fue un día más en la vida de estos tres canes (Papali, Emita y Don Ramón). Liderados por Julián, un declarado amigo de los animales, llegaron al parque Bicentenario de Bogotá en su paseo cotidiano.

Sin embargo, algo pasó que cambió todo lo que era normal en su recorrido. Encontraron una exposición donde los animales hablaban a los visitantes. Y allí se quedaron un buen tiempo. Mirando cada fotografía, escudriñando cada mensaje.

Papalí es un perro negro muy grande, Emita una perra blanca muy amorosa y don Ramón un perro con manchas muy tranquilo.

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Y como siempre, siguieron a su líder a través de la exposición. Después de un rato se sentaron. Ellos, por obvias razones no hablan como nosotros con palabras. Ellos hablan su propio lenguaje batiendo de cola, y dando lengüetazos a diestra y siniestra.

Se les notaba tranquilos, sin ningún agobio ni necesidad. Son el caso típico de los animales de compañía que tienen un buen hogar.

Por su parte Julián estaba maravillado con los mensajes. Por esa razón no dudó en concedernos una entrevista en la cual manifestó su alegría de que en Bogotá se dieran estos espacios de reflexión. Y mientras él nos hablaba, Papali y Emita se daban besos perrunos, mientras esperaban el resultado de las preguntas y las respuestas a Julián.

Tranquilos, seguros, amados, ese es el objetivo de Bogotá Capital Animal, que por espacio de dos meses se tomará la ciudad con más de 30 eventos para reflexionar sobre nuestra conducta con nuestros hermanos animales.

¡Ven y participa!