Bogotá, 18 de mayo de 2020. Entender la lucha de la población LGBTI en Colombia implica mirar al pasado; es recordar, aplaudir las batallas ganadas y continuar en la conquista de un espacio visible en la sociedad.

Manuel Velandia Mora es sociólogo, sexólogo, artista, fotógrafo, maestro, pero lo más importante, es activista de los derechos de las personas LGBTI en nuestro país.

Manuel se mueve entre la ciencia, la literatura y el arte. No sólo trabaja en los temas LGBTI sino también en los derechos humanos y sexuales; en la creación artística, la poesía y el relato. Es un hombre creativo y ágil de pensamiento: "La vida es un devenir en el que fluimos, tenemos la posibilidad de tener la vida que deseamos y alcanzar nuestras propias metas".

Su historia inició el 9 de abril de 1976 cuando fundó el Grupo de Encuentro por la Liberación de los Gais -GELG-; posteriormente en 1977, organizó junto a León Zuleta Ruiz, el Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia. Finalmente, el 30 de junio de 1982, Bogotá observó por primera vez la marcha del orgullo LGBTI cuando 30 personas caminaron desde la Plaza de Toros hasta la Plazoleta de las Nieves.

Así inició la lucha de este hombre que con su lente captura la aceptación, los fracasos, la evolución y el posicionamiento de un amor imparable en nuestra sociedad.

IDPAC: ¿Qué otras acciones realizan por la comunidad LGBTI en Colombia?

Manuel Velandia Mora:   El 8 de agosto de 1978 en Coventry (Inglaterra), durante la conferencia de la “Campaign for Homosexual Equality” a la que asistieron 30 hombres en representación de 17 organizaciones de 14 países, se fundó la International Gay Association -IGA-; cuya historia de esta asociación internacional está directamente ligada con la de la creación de la sigla LGBTI.

En agosto de 1980 realizamos, junto a León Zuleta, la primera revista llamada Ventana Gay. La IGA la reconoció en 1982 como la mejor revista de América Latina; en ese año, el 30 de junio, hicimos la primera marcha en Bogotá. Las personas salieron a las calles con la cara pintada con el número de documento de identidad y un triángulo rosa.

En 1996 empiezo mis trabajos sobre los Derechos Humanos entendidos como Derechos Sexuales que tuvieron gran influencia en el manifiesto internacional de los derechos sexuales promulgados por la Asociación Mundial de Sexología (WAS), en Valencia (España) en 2007.

IDPAC: ¿Cómo fue el atentado en su contra? ¿Cómo decidió irse del país y finalmente regresar después de 13 años en el exterior?

M.V.M: El 16 de enero de 2007, luego de un atentado con granada y amenazas de muerte, que incluyeron a mi familia, se inició mi exilio en España; allá dirigí una asociación, Decidet Asociación de Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales de Alicante. Como director de la organización hice parte de la FELGTB. Mis dos tesis doctorales están relacionadas con temas de las sexualidades, la educación para la sexualidad y la educación para la salud.

Regresé el 27 de febrero de 2019, inmediatamente me incorporé al proceso de la Plataforma LGTBI por La Paz, de la que ya hacía parte y así fui retomando mi campo de acción en Colombia.

IDPAC: ¿Cómo ha sido ese proceso de retratar memorias desde su cámara?

M.V.M: Yo me defino como un ARTivista Queer.  No trabajo solamente desde la fotografía, también trabajo con performance, escultura y el grabado. El arte es un lenguaje. Es más, es un lenguaje político y un lenguaje social.

La cámara me permite documentar y la imagen es fundamental para la construcción de la historia. La fotografía, además, tiene la posibilidad no sólo de contar la realidad sino también la posibilidad de crearla. Yo soy un creador, pero de alguna manera también soy un documentalista y hago fotoetnografía. Me gusta retratar el exotismo, como también a las personas de la cotidianidad, las personas comunes y corrientes porque la realidad es una amalgama de seres únicos e irrepetibles.

IDPAC: ¿Cómo ha evolucionado, desde su perspectiva, la aceptación de la comunidad en Bogotá?

M.V.M: Yo estoy totalmente seguro de que cambiar la ley no cambia la cultura; lo que cambia la cultura son los cambios en las relaciones sociales. Que en Bogotá haya habido una política pública y que previamente yo hubiera tenido bastante aceptación en los medios masivos de comunicación, a lo que se suma la despenalización de la homosexualidad, son el preámbulo para que el tema ingresara a los hogares colombianos.

El que la Corte Constitucional haya impulsado una política educativa sobre la sexualidad en Colombia, es otro de los elementos fundamentales en la historia del cambio relacional entre los seres humanos; en lo pertinente al discurso, el cambio emocional y la experiencia en vivencia de las sexualidades.

IDPAC: ¿Cuáles son los grandes retos que se tienen para esta administración, en materia de política pública LGBTI?

M.V.M: Tener una alcaldesa lesbiana cambia la visión del mundo, pero también llama la atención hacia la población LGTBI y se incrementa el ojo crítico hacia las diversidades sexuales como también la violencia política sexual y religiosa.

Bogotá y el país tienen que pasar del discurso básico LGBTI a un discurso más incluyente en el que quepamos todos y todas. De ahí la importancia de trabajar con las diversidades de cuerpos, géneros, orientaciones sexuales, expresiones comportamentales sexuales; con las identidades, no identidades y post identidades. Tenemos que pensar en la población LGBTI del sur, norte, oriente y occidente.

El Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal – IDPAC- hace un reconocimiento a Manuel Velandia por el trabajo que realiza por los derechos de la comunidad LGBTI en Colombia, además fue una pieza fundamental en la creación de nuestro video del Día Mundial Contra la Homolesbitransfobia, pues de no ser por sus memorias y fotografías no tendríamos una mirada del pasado.

El 17 de mayo publica desde tus redes sociales una fotografía o un video con un mensaje de inclusión y amor. Etiqueta las redes sociales del IDPAC y tu mensaje será escuchado.